Francia 2018

Saint-Cirq-Lapopie, Cahors y Conques

Conques

Después de pasar una buena noche, recogimos todo, compramos el pan con los croissants correspondientes y emprendimos la marcha. Eran solo unos doscientos kilómetros, pero nuestro navegador nos decía que tardaríamos unas cuatro horas. Esto nos decía que la carretera no sería buena. Y así fue, al poco de salir de Montolieu el TomTom no llevó por una especie de puerto con los carriles muy estrechos. Para empezar el viaje, no estuvo mal. Curvas y más curvas, y la carretera cada vez más cerrada. Si mi padre paso esto con nuestra caravana, podemos ir con ella al fin del mundo. Papa estuvo todo el camino acordándose de los familiares del navegador. “Esto no es ni medio normal” Todo el camino no fue tan malo, pero unos cuantos kilómetros antes de llegar a nuestro destino la carretera empeoro de nuevo, llegamos sanos y salvos sin ningún contratiempo más. En los siguientes viajes mi padre busco rutas para el TomTom para camiones y la cosa no fue mal. Sabíamos que por esta zona y en nuestro siguiente destino las carreteras nos serían complicadas, pero las esperábamos tan malas. Con muchas curvas, estrechas y bastantes bacheadas.

Llegamos a nuestro destino Camping Les Berges du Célé y como no, la recepción cerrada. Entramos dentro y preguntamos en el bar. Los dueños se hacían cargo de todo y la recepción estaba siempre cerrada, el dueño vivía en el bar y era súper agradable. Hablaba muy poco castellano y se esforzó un montón en darnos todas indicaciones y comentarnos que eran las fiestas del pueblo y tal vez por la noche se podía oír la música, no fue ningún problema. El día anterior intercambiamos correos y respondió rápidamente a nuestras preguntas. El camping estaba muy bien, nos pusimos a diez metros de un riachuelo. Las parcelas no estaban delimitadas y el terreno era de hierba y plano. Los baños eran viejos, pero estaban bastante limpios, los limpiaban a manguerazos, pero era efectivo. A un kilómetro del camping estaba un supermercado Intermarché, donde compramos algunas cosas. En el camping estaba la piscina municipal en la que podíamos entrar. Nos sorprendió lo limpia que tenían la piscina, todos los días desinfectaban el suelo de alrededor. Comimos y pasamos la tarde en la piscina, fenomenal.

Dormimos fenomenal, mi padre fue a comprar algunas cosas, mi hermana y yo nos fuimos a la piscina y mi madre se quedó en la parcela haciendo algunas cosillas, desde la parcela se veía la piscina perfectamente. Comimos pronto porque parecía que iba a llover y así fue cayó una tormenta bastante grande con granizo. Nosotros nos montamos en el coche y nos fuimos a visitar algún pueblo. Fuimos a Saint-Cirq-Lapopie, este pueblo es unos de los más bonitos de Francia. El pueblo se encuentra sobre un acantilado a cien metros por encima del rio Lot.

Llegamos al pueblo y aparcamos en uno de sus aparcamientos (4 €). Empezamos a recorrer sus estrechas calles empedradas con unas grandes cuestas, y llegamos al punto más alto donde se encuentran las ruinas del castillo. Estas ruinas no tienen mucho que ver, pero las vistas desde lo alto son impresionantes.

Calle de Saint-Cirq-Lapopie
Calle de Saint-Cirq-Lapopie
Iglesia de Saint-Cirq-Lapopie

Luego seguimos paseando y bajamos hasta la parte de abajo del pueblo asomándonos en nuestro paseo por sus terrazas para observar el paisaje y deteniéndonos en algunos jardines... lo tienen muy cuidado. Teníamos un problema, estábamos abajo del pueblo y nuestro coche se encontraba en un parking en lo más alto y estábamos cansados de tantas cuestas. Papa se ofreció a ir a por el coche mientras nosotros hacíamos algunas fotos.

Casa de Saint-Cirq-Lapopie
Saint-Cirq-Lapopie

Cogimos el coche y fuimos a visitar otro pueblo, Cahors. Hasta Cahors hay que recorrer nada más que 30 km y es muy recomendable ir por la orilla del rio Lot para asegurarte un viaje que jamás olvidarás. El trayecto ofrece unos paisajes de hermosos acantilados, la carretera va siguiendo el paso del río Lot y a veces se “mete” literalmente en la roca para salir y continuar junto al trayecto del agua, por la cual navegan barcos. Este trayecto nos encantó.

Valles de Quercy

A Cahors llegamos sobre la ocho de la tarde y casi paseábamos solos por el pueblo, los franceses se recogen enseguida. Fuimos a ver el Puente Valentré, un antiguo puente medieval de piedra que cruza el rio Lot y es el símbolo de la ciudad. La construcción de este se inició en 1308 y llevó unos 70 años acabarlo. Hoy en día se conserva en perfecto estado. Las vistas desde el mismo son muy bonitas y es interesante cruzar el rio.

Puente Valentré
Puente Valentré
Rio Lot

El pueblo en sí no tiene nada más que ver para completar la visita. Se nos hizo tarde y cenamos en un McDonald cercano y después nos fuimos al camping, teníamos unos 90 km y tardamos más de hora y media. Era noche cerrada, carretera estrecha y con curvas. En estos 90 kilómetros solo nos encontramos con un par de coches y al pasar por los pueblos, estos parecían abandonados. Mi hermana hizo todo el camino durmiendo, aprendió que así se llega antes...

Al día siguiente teníamos pensada otra visita a un pueblo que nos habían hablado muy bien de él, Conques. Luego teníamos previsto ir a Estaing y Bozouls, pero se nos alargó la visita a Conques y estos dos lugares los dejaremos para otra vez. Llegamos a Conques y pasamos el pueblo, había algún aparcamiento que estaba completo y nos obligaron a ir a otro que parecía que estaba bastante lejos, pero al final estaba cercano. Lo tenían bien organizado, había que pagar 4 € y te daban una pequeña pegatina que nosotros pegamos en una esquina de nuestro auto y aún no hemos quitado por el buen recuerdo que nos dejó este pueblo (es la única pegatina en nuestro parabrisas a parte de la itv). Nos adentramos por la calle principal. La imagen parecía sacada de un decorado. Las casas se amontonaban a lo largo de la ladera, casas de piedra roja con pequeñas porciones de blanca caliza, estructuras de madera y tejados de pizarra azul.

Conques
Calles de Conques
Calle de Conques
Calles de Conques

Caminando a través de la calle principal fuimos a parar al gran monumento de Conques, la Abadía románica de la Santa Fe, que tiene sus orígenes en el año 1052. Es un importante centro de peregrinación desde la Edad Media. Y por aquí pasa el camino de Santiago, es el conocido Camino Francés que lleva hasta Roncesvalles, en Navarra, dentro del Camino de Santiago. Y la etapa que comienza en Le Puy-en-Velay y termina en Conques es una de las más transitadas. Comimos unos estupendos bocadillos de embutido ibérico, sentados a la sombra de un hermoso árbol que se encontraba en una plaza y luego nos comimos un pastel en una pastelería del pueblo. Pasamos casi todo el día paseando por las calles de este espectacular pueblo, para nosotros el más bonito de los visitados en todas nuestras vacaciones.

Abadía de Santa Fe
Abadía de Santa Fe
Abadía de Santa Fe

Cogimos el coche y nos acercamos a ver La Vinzelle. El pueblo es bonito, pero después de ver Conques, este nos pareció mucho menos interesante, claro es mucho menos turístico. Tiene una gran pendiente que después de todo el día andando se me hizo muy pesada. Las vistas desde arriba eran muy bonitas. Se nos hizo tarde y fuimos al camping a cenar, ver una película y a dormir.

Al día siguiente nos tocaba cambiar de camping. Recogimos y nos despedimos de los dueños del lugar. Fue curioso, pues nos hicieron firmar en el “tablón” de visitantes, parece ser que éramos los primeros españoles que pisábamos sus instalaciones. Había mensajes de chinos, rusos, argentinos y de mi padre... jajaja.