Francia 2018
Carcasona

Después de unos días relajados en el Eurocamping de Calonge, nos tocaba pasar la frontera y entrar en Francia. Teníamos previsto ir a Carcasona. El día anterior intentamos reservar en el camping La Cité que se encuentra cercano a esta ciudad, pero estaba completo y recurrimos al camping Montolieu, que se encontraba a unos 15 kilómetros (20 minutos) de Carcasona. Como nuestra idea era llegar al camping para comer y luego visitar la ciudad por la tarde decidimos madrugar, pero la cosa se nos atrasó un poco y salimos de Calonge sobre las 10. Teníamos previsto unas cuatro horas de viaje. El principio del viaje fue normal, cuando nos acercábamos a la frontera tuvimos el primer susto, sobre un puente vimos a unas diez personas moviendo los brazos sin parar. Mi padre ralentizo la marcha pensando que estas personas nos estaban indicando que más adelante nos encontraríamos con un accidente o algo parecido... pero llegamos a otro puente y lo mismo, esta vez pudimos ver que las personas estaban vestidas de amarillo y tenían pancartas políticas. Bueno yo en esto no entiendo mucho y prefiero no hablar de ello, pero nos dieron un buen susto. Nosotros en nuestros viajes llevamos el TomTom para guiarnos por estas carreteras que no conocemos, y este aparato nos indica la hora de llegada y los atascos. Pues lo que en un principio nos indicaba como llegada las 2 de la tarde, se fue alargando más y más por los atascos de la frontera. El paso de la frontera fue caótico, coches por todo sitio y un montón de tiempo parados. A mi padre se le veía nervioso, largas cuestas parando cada dos metros y mucho calor. Esto al coche le venía fatal. Al final pasamos este infierno y la carretera se despejo. Poco después cogimos la autopista de peaje y nos relajamos un poco.
Llegamos al Camping Montolieu dos horas más tarde de lo que teníamos pensado y la recepción se encontraba cerrada. Llamamos a un timbre y la dueña salió y nos dio una parcela. No teníamos reserva (no era necesario) pero el día anterior intercambiamos emails con el camping y nos esperaban. En la recepción fueron amables y hablaban algo en castellano. Las instalaciones eran viejas, pero estaban limpias. Las parcelas grandes planas y de hierba seca. Las duchas daban poca cantidad de agua y algo fría para mi gusto. La carretera pasaba al lado del camping, pero por la noche no nos molestaron los coches.
Llegamos sobre las cuatro y nos pusimos a comer, menos mal que aun teníamos comida preparada en el congelador. Luego nos fuimos a ver la ciudad medieval Carcasona. Esta ciudad es una de las más visitadas de Francia y es la mayor fortificación medieval de Europa. Con todo esto teníamos muchas ganas de verlo. Dejamos el coche a unos cien metros de unas escaleras que te llevaban a una de las puertas de la ciudad. Subimos unas cuantas escaleras y... “pero esto que es” no me lo creía. Los torreones y las murallas estaban pintadas con unos círculos amarillos fosforitos. Menudo chasco, esto no me gustó nada. Paseamos por la ciudadela y nos acercamos al castillo para entrar y verlo. Era un poco tarde, la entrada nos pareció cara por el poco tiempo que estaríamos dentro y decidimos no entrar. La ciudadela tenía unas calles muy bonitas y a mi parecer era muy comercial y éramos muchos los turistas. Cuando se hizo de noches nos fuimos al camping a cenar. No pudimos cenar fuera de la caravana por la enorme cantidad de hormigas voladoras que pululaban por los alrededores. Y al final del día nos fuimos a dormir.





