Francia 2018

Zaragoza

Basílica de Nuestra Señora del Pilar

Nuestro primer destino era Barcelona, pero al encontrarse esta ciudad a unos 600 km de nuestra casa, decidimos buscar un punto intermedio para hacer noche y no darnos la paliza el primer día. Nos gusta hacer unos 300 km por día. Salimos de casa sobre las nueve de la mañana y nos esperaban 296 km. Fuimos tranquilamente por la carretera de Logroño y no tuvimos ningún contratiempo, nos encontramos cerca de Burgos con un par de tractores que nos ralentizaron un poco la marcha. El día antes de salir vimos en el telediario que se esperaba en España la primera ola de calor del verano... y efectivamente, el calor era sofocante.

Llegamos al Camping Ciudad de Zaragoza sobre la una del mediodía. Como teníamos claro que este era nuestro destino mi padre reservo la parcela, aunque no hubiera sido necesario. La entrada del camping no tiene ninguna complicación. Frente a recepción existe un espacio para dejar el conjunto y entra andando a recepción, donde la chica era muy amable. Las calles de entrada a las parcelas estaban llenas de arena y piedras. Los baños estaban limpios, pero las duchas daban muy poca agua y el agua fría estaba caliente, sería por la temperatura ambiente. Nos instalamos en la parcela que era grande de arena y pedruscos con un pequeño árbol que no daba casi sombra. Sacamos el toldo nos pusimos a comer a la sombra... el calor era asfixiante. Terminamos rápidamente y nos fuimos a la piscina que era lo mejor del lugar. A media tarde nos fuimos a dar un paseo a Zaragoza y a cenar. Era necesario coger el coche. Después de cenar regresamos al camping, sobre las doce de la noche la temperatura casi no había bajado... BUFFFF que infierno. Esta era una de las primeras veces que echamos de menos el aire acondicionado, para el próximo año lo compramos... Mi padre casi no pudo dormir por el calor, yo como me duermo en cualquier sitio y circunstancias, pues pase buena noche.

Basílica de Nuestra Señora del Pilar

Nos despertamos a las nueve de la mañana y aún no había refrescado como suele pasar en Burgos. Desayunamos, nos duchamos de nuevo con la poca agua que salía de las duchas y sus economizadores de caudal y recogimos todo.